Señor,
dame luz para ver con claridad lo que me conviene hacer,
dame sabiduría para distinguir lo efímero y lo necesario,
dame ternura para que todo me resulte agradable,
dame vigor para afrontar las dificultades y las dudas,
dame constancia para poner en orden mis sentimientos,
dame sensibilidad para detectar el bien en los demás,
dame un corazón agradecido para poder vivir con alegría,
dame serenidad para acoger todos con gozo,
dame capacidad de escucha y atención para aceptar comprender,
dame voluntad de dar cariño y manifestar satisfacción al recibirlo,
dame entusiasmo para vivir con un corazón abierto,
dame la gracia de sembrar ánimo en el encuentro con otros,
dame, Señor, tu Espíritu con esas semillas de tu vida.
Creo en el Espíritu Santo, “Señor y dador de vida”.
Creo en el Espíritu Santo, “Señor y dador de vida”.
Creo en su soplo, imperceptible pero lleno de fuerza, que nos estimula a crear comunión con nuestros hermanos y formar una comunidad de salvados.
Creo que él nos hizo renacer en las agua del bautismo y nos constituyó hijos de Dios y hermanos de Cristo Jesús.
Creo que en la confirmación se renueva la gracia de Pentecostés y, fortalecidos con su unción, nos enviará como miembros de un pueblo profético a dar testimonio de Cristo en medio del mundo.
Creo que el nos constituye en una comunidad celebrante para glorificar a Dios Padre y participar en el misterio de Cristo con la oración y los sacramentos.
Creo que él hace siempre actual la Palabra de Dios que se proclama en nuestras celebraciones y suscita nuevas energías para que luego sea vivida en nuestra existencia.
Creo que él es quien suscita y anima nuestra oración, para que sea “en espíritu y en verdad”: la oración de los hijos que se dirigen a Dios como a su Padre.
Creo que él , a cuantos cada domingo , participamos en la eucaristía , nos llena de su energía, de su novedad, de su vida.
Creo que él es la sueva y eficaz memoria que nos hacer revivir día a día la Pascua salvadora de Cristo en nuestra vida.
Creo que él os anima a ser testigos y misioneros del evangelio de Cristo en nuestra familia y en nuestra sociedad.
1. PENTECOSTES es COMUNIDAD. El Espíritu Santo une lo que está resquebrajado; acerca lo que está distante. Siempre existen más motivos para la unión que para la dispersión. ¿Por qué no buscas más lo que adhiere y no separa?
2. PENTECOSTES es VIDA. El cielo, una vez más, abre sus puertas y –a través de ellas- desciende la voz de Dios, su fuerza y su poder. ¿Guardas silencio en y con tu vida?
3. PENTECOSTES es CONFIRMACION. El cristiano se siente acompañado y protegido por la mano del Señor. Siente que no está sólo, Alguien le sostiene. ¿Te dejas llevar frecuentemente por el puro y duro activismo?
4. PENTECOSTES es ALEGRIA. Frente a las dificultades, el Espíritu, nos hace ver el otro lado afable de la vida. No todo es tan negro como el mundo nos enseña. ¿Eres optimista o has plegado las alas de tu ilusión?
5. PENTECOSTES es VALENTIA. La cobardía, en el fondo, es fruto de la inseguridad. El Espíritu nos aporta certidumbre en el combate de la fe, fortalece los muros de nuestra personalidad cristiana. ¿Te preocupa algo en este momento?
6. PENTECOSTES es ECLESIALIDAD. El Espíritu Santo nos reúne con su carisma, nos habilita para el bien, para la comunión fraterna. Nos hace estar en permanente guardia frente aquellos que intentan dividirnos. ¿Cómo ves a la Iglesia? ¿La amas de verdad?
7. PENTECOSTES es APERTURA. El Espíritu Santo nos guía por los caminos que conducen hacia Cristo. Abrirse al Espíritu es sentir curiosidad por las cosas de Dios, por la vida del Hijo, en la Gloria del Espíritu Santo. ¿Te acercas con frecuencia a la lectura de la Palabra de Dios?
8. PENTECOSTES es INTREPIDEZ. El Espíritu Santo nos capacita para dar testimonio de nuestra fe. Nos llama a la perfección, a la audacia y a la insistencia evangelizadora. ¿Estás comprometido en algún movimiento o tarea eclesial?
9. PENTECOSTES es DINAMISMO. El Espíritu Santo nos instala en los caminos de la vida. Es necesario que la Buena Noticia sea conocida, proclamada, vivida y escuchada. ¿Encontrará el Señor mensajeros de sus Palabras?
10. PENTECOSTES es MISION. El Espíritu Santo hace que nos interroguemos ¿Qué puedo hacer yo por Cristo? ¿Qué hago yo en su Iglesia? ¿Soy positivo en mi comunidad?
Cuando el olvido y la indiferencia nos alejan del hermano:¡Ven Espíritu de Amor, Bondad y Ternura!
Cuando la incomprensión nos aísla:
¡Ven Espíritu de Sabiduría y Unión!
Cuando la mentira nos envuelve:
¡Ven Espíritu de Verdad!
Cuando las tinieblas nos encubren y envuelven la realidad:
¡Ven Espíritu de claridad y transparencia!
Cuando el egoísmo nos puede:
¡Ven Espíritu de Jesús, ayúdanos a ser para los demás!
Cuando la pereza nos paraliza:
¡Ven y sacúdenos Espíritu de servicio!
Cuando la incredulidad nos ciega:
¡Ven Espíritu Santo y danos sabiduría!
Cuando el desánimo nos domina:
¡Ven con tu Esperanza, Espíritu Santo!
Cuando la debilidad nos puede:
¡Ven Espíritu de Fortaleza!
Cuando la mediocridad es nuestro pan de cada día:
¡Ven Espíritu de Jesús y empújanos a una Entrega Total!
Cuando la tristeza nos amenaza:
¡Ven Espíritu de Alegría y fiesta cristiana!
Cuando la exigencia del Reino nos llama:
¡Ven Espíritu Santo y camina con nosostros!